Mensajes a los Cristianos

07.04.2015

Cuando Yo Creé al primer Adán y a la primera Eva, Yo Los Creé  a Mi imagen. Ellos tenían que llegar a ser Mi lugar de morada. Ellos, como Mis hijos, tenían que crecer espiritualmente, centrados en la bondad, y heredar Mis características. En pocas palabras, ser uno Conmigo, uno en Mi modo de pensar, uno con Mi amor y personas en quienes Yo podría comunicar libremente concerniente a Mis planes. Un ser humano, aún si éste llega a ser un perfecto ser humano, permanece como un ser humano. Un Dios es suficiente. Muchos dioses traería demasiada confusión. Yo nunca intenté que Adán y Eva se convirtieran en dioses. Eso no es posible. Todos los seres vivientes tienen que llegar a ser perfectos, de acuerdo a su propia naturaleza.

Un ser humano, nacido de una mujer, a través de cumplir su responsabilidad, pueden llegar a ser solamente un ser humano perfecto, no un perfecto dios.

Yo Soy Dios. El único Dios. Yo Soy Absoluto Amor. Soy a Absoluta Verdad. Un ser humano, aún un ser humano perfecto tiene un cerebro. El nunca puede contener en sí mismo toda la verdad infinita. Todos Mis más listos hijos, a quienes Yo Revelé algunos de Mis secretos, no tienen la verdad absoluta, aún si algunos de ellos pretenden tenerla. El que escribió "Quienquiera que le añada una jota a lo que está escrito en este libro será un hereje." Ellos piensan en el lado equivocado. Ellos quieren limitar Mi verdad y tener el monopolio de la verdad. Yo Soy la verdad. Yo Tengo el monopolio de la verdad. Ellos la tienen de Mí, y solamente lo que ellos necesitan para cumplir su misión especial. Yo Decido qué hay que revelar y a quién. Muchas personas murieron por esa estrecha manera de pensar.

Estos son los últimos días.

"En los últimos días Dios dice:

Yo Derramaré Mi espíritu sobre toda carne.

Vuestros hijos e hijas profetizarán,

Los jóvenes verán visiones,

Los ancianos, sueños.

Aún mis sirvientes, ambos hombres y mujeres,

Yo derramaré mi espíritu en los últimos días,

Y ellos profetizarán."

  Queridos hijos: los amos. Su sufrimiento está por terminar. Yo me comunicaré con cada uno de ustedes. Todos, ricos y pobres, intelectuales o las personas sencillas, los de color o los blancos, jefes o los trabajadores, todos tienen los mismos derechos en Mi reino. Todos pueden llegar a ser el árbol de vida.

Todos pueden alcanzar su felicidad (hombre o mujer.) Muchas enfermedades desaparecerán. La paz duradera reinará sobre la Tierra.

Finalmente, Yo podré caminar en medio de ustedes, hablar con ustedes  juntos del ideal   que Yo siempre soñé. Yo no he cesado de sonar, aun cuando no había esperanza. Estén listos ustedes mismos. Juntos nosotros haremos esto.

 Su Dios.